miércoles, 27 de febrero de 2008

"Infinita crestomatía de sueños anudados"

Rummm....Rummmm.....(quiero imitar el sonido de un auto al arrancar...¡usen la imaginación!) ese fue el ruido que escuché aquel día en que desperté de repente. Ruuumm....Rrr..rrr...¿rum?...jaja...suena gracioso así escrito, aunque no lo fue tanto en el pasado...

...En realidad no estoy segura de si ya pasó o no lo que estoy por contar. Abrí mis ojos, hace unas horas, y me encontraba en mi cama, las sabanas revueltas, la persiana a medio cerrar, un vidrio roto por lo que debe haber sido una piedra, una media en mi pie izquierdo y la otra en el piso. La transpiración se había secado en mi piel, mi pelo, enredado entre la almohada... Levanté mis manos hacia el techo, observé mis uñas, rotas algunas, me senté en la cama e intenté recordar cómo había llegado a esa situación. Pero ya esas horas pasaron y estoy acá, acurrucada en un rincón de mi cocina, bajo la alacena, cercana al microondas. Tengo miedo, siento mi sangre envuelta en el pánico que da pensar en lo desconocido. Las peliculas de ciencia ficción no son de mis preferidas, luego no puedo dormir, imagino cosas (o las escucho). Pero siento miedo, decía, mi sangre corre más rápido de lo que debería y se proyectan en mi mente imágenes que no logro llegar a entender, captar o registrar. Es entonces que mi corazón parece detenerse, la mosca que volaba hacia la mesa permanece intacta y "congelada" unos centimetros antes de llegar a destino, quiero respirar pero no entra ni sale aire de mis pulmones, el silencio es tal que me da miedo hasta pensar, para no romperlo. Nada se mueve, aunque yo creo poder hacerlo, pero el miedo no desaparece...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

tamaraaaaaaaaa posteá lo que siguuuuuuuueee carahoooo!!! jajajaj

mala.

quiero saber qué sigue.

mir.

Anónimo dijo...

yo tampoco! =P

paciencia!